sábado, 30 de junio de 2007

el teatro reescribe a sus clásicos*


(...)

Las relaciones amorosas con un texto teatral tambien presuponen un acto violento hacía él.

No es por amor que uno deba someterse al texto sino mas bien lo contrario. Por amor debe atacarlo, violentarlo, convertirlo en otra cosa para poder tener alguna posibilidad de resonancia.

(...) El teatro es una necesidad expresiva de opinión crítica sobre la realidad. No lo concibo de otra manera. No tiene que ver con una posicion política o con afirmar cierta ideología, tiene que ver con una visión crítica. Cuanto más crítica, creo, mayores posibilidades tiene el creador de encontrar reflejos, elementos rebotados, distorsivos pero asociados con esa materialidad crítica poética.

Habitualmente trabajar con un texto ya existente propone ahorrar desde un principio un trabajo. Se acepta que ya hay un texto escrito o un objeto sobre el cual trabajar para generar una idea, un atravesimiento, o una reproducción literal. Si tomamos literalmente la idea tradicional que hay sobre el teatro occidental, es decir, que hay una historia y personajes, el trabajo teatral consistirtía en "poner en escena", encontrar un sistema de retraducción para que esas convicciones llamadas personajes, movimientos, conflictos y fuerzas se trasladen al plano de lo concreto escénico. En un teatro que no acata, la idea de la representación, en cambio, el texto o la situación dada van a ser siempre una excusa para producir combinaciones de más de un sentido, de más de un discurso. Es un intento de forzar los textos y las acciones a un campo con nuevas resonancias, con nuevos ecos.
Esas experiencias pueden transformar el texto y producir lo que confusamentese llaman "versiones", por que la idea de version parte de la creencia que hay un elemento original del cual ella deriva.

(...)

BARTIS, Ricardo, (Director Teatral Argentino), en Ñ, 5 de Agosto de 2006.

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