sábado, 22 de diciembre de 2007

Ad=portas de el Norte


Momentos importantes para la Compañía,la obra ya están montada,ahora: pasadas y pasadas y pasadas,paa ir mas allá, las lucs esán puestas, simples, las sillas y el sillón en su lugar, hay que afinar a música, encontrar el solo de contrabajo, confío en zuckerman, esperamo encontrar algo, el 5 de enero partimos a Zicosur, y el 7 empiezan las presentaciones, y "El Pelicano" (trabajo en progreso) se estrena en el norte con sol y mar............................. Estamos muy pero muy Felices

domingo, 16 de diciembre de 2007

Escena III "El Plan de Electra" ( estracto de "Electra e Ifigenia" (hablan ante un cuerpo) )

Escena III
El Plan de Electra.

I: ¿Para qué quieres que me quede?

ELECTRA NO HABLA. NO DICE. SÓLO COMIENZA A PREPARAR EL LUGAR.

I: ¿Qué haces?

ENTRA UNA RADIO, UNA CAJA, OTRA CAJA, VESTIDOS.

I: ¿Qué pasa?.... ¡Habla Electra!

ELECTRA LE LANZA UN TUTU

E: Póntelo.

I: ¿Qué es esto?

E: El tutu de el año 86`, de la graduación de el Jardín.

IFIGENIA ATÍSBA UNA SONRISA ANTE EL TRAJE QUE ESTÁ EN SUS MANOS, LE SORPRENDE Y A LA VEZ LE GUSTA. SIN EMBARGO, NO LO QUIERE DEMOSTRAR. LO EXAMINA COMO SI ESTUVIERA FRENTE A ELLA EL NÚMERO QUE REPRESENTÓ. ESTÁ QUIETA Y ELLA HABLA.

I: ¿Dónde lo encontraste?

E: Lo guardé después que lo dejaste tirado en el Teatro.

I: ¿Y lo guardaste todo este tiempo?

E: Toma.

LE TIRA UNAS ALAS DE HADA.

I: ¡Mís alas!

E: Si, tus alas, a las dos el Papá nos regaló el mísmo traje, la misma talla, el mísmo color; claro que se guió por tu talla y tus gustos, a mí nunca me gustó el rosado (o el color que sea) y nunca fuí talla 10. Estube todo el acto ahogada porque me apretaba mucho ese traje y el elástico de las alas me dejó marcados los hombros. Yo no tenía tu cuerpo Ifigenia.... ¡Póntelo!

I: ¿Para qué?

E: Es el último homenaje al Papá.

I: Estás loca.

E: Póntelo.

I: No.

E: Te digo que te lo pongas.

I: Dejate de tonteras.... me voy

VA A SALIR.

E: ¡Ifigenia!

LA TOMA DE EL PELO Y LA REGRESA DEJÁNDOLA EN EL SUELO.

E: No vas a ninguna parte.

I: ¿Qué quieres que haga?

E: Póntelo.... ¡Póntelo!

IFIGENIA COMIENZA A CAMBIARSE.

I: Electra, esto ya no me entra.

E: Te digo que te lo pongas.

ELECTRA COMIENZA A CAMBIARSE.

E: Mira.... a mi me queda.... hice dieta y seguro que me queda.

AL PONÉRSELO SE RAJA EL VESTIDO.

E: El rajón es lo de menos, lo importante es el tutu y las alas, ponte las alas, yo te ayudo con las alas, como ese día, ¿te acuerdas?, yo también te ayudé a poner las alas. "Nos vemos hermosas las dos".

I: ¿Por qué haces esto Electra?
E: "La Música", casi se me olvida, encontré una versión de "El lago de los cisnes" mil veces mejor que la que que tenían las tías, esta está grabada por la Filarmónica de Berlín, dirige Claudio Abbado.

I: ¿Qué importancia tiene eso?

E: Las versiones son importantes, siempre busco las versiones hechas por la Filarmónica de Berlín.

I: Electra, siempre fuiste tan metódica.

E: ¿Recuerdas los pasos?

I: Estás loca.

E: Tu eras el Hada con la corona, la reina, a mi no me tocó corona, yo estaba atrás en la comparsa, pero me aprendí todos tus pasos, eran así.

PONE LA MÚSICA Y COMIENZA A BAILAR. IFIGENIA PARA LA MÚSICA.

I: Esto es ridículo Electra.

E: ¿No vas a bailar?

IFIGENIA NO RESPONDE.

E: ¡Contéstame!


IFIGENIA SÓLO HACE UN GESTO DE DESAPROVACIÓN, ES OBVIO QUE NO VA A BAILAR. ELECTRA PRENDE LA RADIO, TOMA A IFIGENIA Y LA PONE EN SU LUGAR. IFIGENIA NO SE MUEVE, LA IMAGEN ES PATÉTICA "DOS MUJERES GRANDES CON TRAJES QUE LES QUEDAN EVIDENTEMENTE CHICOS". ELECTRA BAILA, INTENTANDO QUE IFIGENIA LA SIGA. IFIGENIA SE SIENTE PATÉTICA Y NO QUITA LOS OJOS DE ELECTRA. ELECTRA CONTINUA BAILANDO, HACIENDO LA REPRESENTACIÓN COMO SI IFIGENIA PARTICIPARA. MOVIMIENTOS TORPES Y DUROS, ELECTRA HACE LOS MOVIMIENTOS MECÁNICOS Y LLORA, SIN EMBARGO CONTINUA EL BAILE.

I: ¡Para Electra!

E: ¿Por qué no quieres bailar?. Te lo ruego, bailemos, sólo eso y te puedes ir. Nunca nada me ha salido bien, quiero que el Papá se sienta orgulloso de mí, que me ame, aunque sea desde el cielo. Si me ve así, si nos ve así a las dos, bailando, me lo va a agradecer, porque yo te traje aquí para que el te viera y estuviera felíz. Baila Ifigenia, baila conmigo y te prometo que no lloro más.

ELECTRA TERMÍNA EN UN RUEGO PATÉTICO QUE CONVENCE A
IFIGENIA.